— Está bastante taciturno últimamente— me dice la señora Espinoza. Me da una mirada preocupada mientras yo estoy examinándola.
— Digamos que he tenido unos cuantos inconvenientes estos últimos días— digo sin dar muchos detalles. Primero porque no debería estar hablando de estas cosas con una paciente, y segundo porque ni yo mismo se habría por dónde empezar a explicar.
—¿Problemas de trabajo o problemas del corazón? —
— Digamos que en mi caso, a veces, las dos cosas están unidas para bien o para mal. Tengo algo que comentarle a mi esposa, no es algo realmente malo pero... difícil. Por otro lado, hay alguien con el que siempre hablo y digamos que no estamos en los mejores términos— digo.
Nos quedamos en silencio mientras yo examino sus signos vitales. Emilia y Jason habían hablado conmigo hace ya un par de días y yo no había tenido la fortaleza para ir a hablar con Lisa sobre la propuesta, honestamente no sabía siquiera como enfrentarlo.
Por otro lado, mi amigo prácticamente había d