Y no podía soportarlo.
Como un completo salvaje fui directamente a su boca, deseando saborearla, apretaba su cuerpo junto al mío, mientras quité su toalla de un golpe.
—Sebastián…dejame curarte…— decía ella preocupada intentando que me calmara, pero mi boca iba a su cuello, succionando esa área d