Francesco se preparaba para el inicio de una reunión cuando Florencia lo llamó. Contestó, pese a que el resto de participantes ya había llegado.
—Hola, amor —la saludó él.
Su asistente esbozó una sonrisita.
—¡El hijo de puta de tu hermano no trajo a Alessa a la terapia! —ladró Florencia.
Francesco apartó el teléfono tras las primeras palabras, no muy seguro de haberse salvado del daño auditivo.
—¡¿Tienes idea de dónde mierd4 puede estar?! —volvió a gritar ella.
Qué manera de comenzar la mañana.
〜✿〜
Luego del estupor causado por la que era, para él, la primera palabra completa que Alessa hubiera pronunciado, Luka quiso sacarle más. Necesitaba confirmar que ella lo entendía y que era capaz de comunicarse. Le hizo varias preguntas, ya no relacionadas con la cena. Ella no respondió ninguna, salvo con los esbozos de palabras ya habituales, los "aaaeee" y los "naaaeee", a los que ahora se añadían los "Luuukkkaaa".
—Ok. Vamos a calmarnos —dijo, cuando el