Las vibraciones de mi teléfono me hicieron despertar, era una llamada. Me moví de los brazos de Ranzes y estiré mi mano hasta la mesita de noche, la llamada es de la clínica, no espero más y aun algo soñoliento respondo.
— Diga-.
— Buenos días, ¿con el señorita hannah Maikel?- Dijo una amable mujer del otro lado de la línea.
— Si buen día, soy yo-.
— Esta llamada la realizamos con el fin de informarle que sus resultados de ADN están listos, puede venir por ellos el día de hoy a partir de las nueve de la mañana — Sonreí y en mi estómago se instalaron algunas mariposas que revoloteaban por todas partes.
— Gracias, iré en cuanto pueda.
— De acuerdo, tenga un buen día señorita
La llamada terminó y me sentí ansioso por llegar a la clínica. Me leva