9. ¡Eres una mosca muerta!

Ese fue el primer día que estuve trabajando codo a codo con el pomposo del griego, y aunque suele ser un idiota la mayor parte del tiempo, no puedo negar que en temas de negocios es todo un tiburón y este no está nada contento con los números rojos.

Estoy bastante segura que en el instante en que descubramos quienes son los causantes de los fallos, no solo van a salir despedidos de aquí, sino que dudo que alguna vez en la vida puedan volver a encontrar algún empleo.

Para cuando se hace el mediodía ya la cabeza me duele horrores y el estómago me está rugiendo por comida. Comida que no tengo, pues todo lo que tenía lo he abonado a la deuda del hospital, esperando que hoy, con lo que recoja del maldito baile del demonio, pueda costear el arriendo, los servicios y con suerte algo de comida. Supongo que tener para transportarme en bus de mi casa hasta aquí estará casi imposible.

Justo cuando dejo salir un suspiro agotado, la puerta de la oficina se abre y la silueta imponente de Giorgio se
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo