Capítulo 148 Una casa de locos
— ¿De qué quiere hablar conmigo? —decía Patricia con un tono frío—. ¿Con qué derecho viene a mi casa? ¡No lo recibiré! ¡Me niego a verlo! ¡Él hizo que mi hija fuera una amante!
—Lo recibirás en cuanto llegue, mamá —respondió Eleonor, tratando de mantener la calma.
— ¿Y qué pasa si no quiero? —replicó Patricia.
Tía Laura intervino, su voz cortante como un látigo.
—Tendrás que escucharlo, quieras o no, porque se trata del futuro de Eleonor. Por primera vez, compórtate como una mujer de tu edad y, piensa primero en tu hija. De lo contrario, no te metas en su vida y sobre todo no opines.
— ¿Quién eres tú para hablarme así? —exigió Patricia, levantándose.
—Soy la hermana de Samuel, tía de Eleonor, y ya era hora de que alguien te pusiera en tu lugar —replicó Laura, sin inmutarse—. Ya no tienes veinte años, madura y déjate de caprichos y superficialidades. Ese hombre, como le llamas, es el novio de Eleonor y pronto será su esposo.
— ¡Qué dices! ¿Cómo es que no