Capítulo 22 Soy el único que quiere lo mejor para mi hijaLuca llegó a la casa con su hija en brazos. La niñera lo recibió y tomo a la niña en sus brazos, llevándola a su habitación. Él se dirigió a su despacho, cerrando la puerta tras de sí con un suspiro de cansancio.Solo habían pasado unos minutos cuando la puerta se abrió de golpe. Carla apareció recostada en el marco de la puerta segura y provocativa, vestía con una bata de seda corta que caía suavemente sobre su cuerpo, mostrando sus largas piernas y dejando entrever la lencería de encaje negro. La luz tenue del pasillo se filtraba detrás de ella, creando la escena de seducción al estilo de una mujer fatal que a ella tanto le gustaba representar. Luca ya estaba acostumbrado a sus burdas escenas de seducción. Su desfachatez iba en aumento. La miró con fastidio.—Retírate, tengo que trabajar —dijo, tratando de mantener la calma.Su respuesta hirió el orgullo de Carla. Su expresión cambió, una sombra de furia cruzó su rostro, c
Capítulo 23 Una hija nada agraciadaAl día siguiente, Eleonor despertó sobresaltada. No había pasado una buena noche; la incertidumbre la mantenía en vilo.Al final, cedió ante la insistencia de su madre y le dio la dirección del lugar. Se arrepintió tan pronto lo hizo. Ahora el problema inmediato era cómo explicarle que vivía en un lugar tan lujoso.Un poco más tarde, recibió una nueva llamada de Patricia. La mujer evidentemente estaba muy molesta.—Eleonor, la vigilancia no me deja pasar. ¿Por qué no les has hablado de tu madre?—Mamá, tengo poco tiempo aquí… —se interrumpió al recibir otra llamada por el intercomunicador.—Señorita, dos personas preguntan por usted.— ¿Dos personas? Déjelas pasar, por favor. Es mi mamá.Al abrir la puerta, no solo vio a Patricia; Ella venía acompañada de Cristina. La expresión en sus rostros era de sorpresa. Ninguna de las dos había imaginado que Eleonor pudiera vivir en un sitio tan opulento. La fachada principal era majestuosa, y ni hablar de las
Capítulo 24 No soy la persona correcta—Busco al señor Luca Smith. Él me citó aquí —respondió Eleonor, sintiendo cómo la ansiedad comenzaba a apoderarse de ella.La recepcionista frunció el ceño, revisando de nueva pantalla.— ¿Está segura? Lo lamento, no tengo su nombre en la lista. Por otra parte, el señor Luca Smith no recibe a los visitantes sin una cita confirmada.Eleonor sintió un nudo en el estómago. ¿Cómo podía ser? Luca le había enviado un mensaje claro, instándole a que viniera.—Es que… él mismo me dijo que viniera. ¿Podrías preguntar, por favor? Soy diseñadora de modas —intentó explicar, tratando de mantener la voz firme a pesar de la creciente incertidumbre.La recepcionista la miró de arriba abajo, su expresión revelando una mezcla de escepticismo y desdén.— ¿Diseñadora de modas? —repitió, como si las palabras fueran un insulto. La mirada de la mujer parecía cuestionar su valía y experiencia, como si Eleonor no encajara en el mundo brillante de Romano Couture.Eleonor
Capítulo 25 ¿Es por mi peso?—Eres la persona correcta —respondió Luca, ignorando lo que había detrás de la pregunta.— ¿Por qué lo crees? —continuó indagando a Eleonor, su voz temblando ligeramente.—Habla claro, Eleonor. ¿Qué es lo que te preocupa?A sus ojos, él parecía una estatua de piedra, un hombre sin corazón. Era tan guapo como siempre, pero en sus facciones no había calor alguno.— ¿Es por mi peso? —respondió, sintiendo cómo las palabras salían con dificultad. La vulnerabilidad la invadió.De pronto, Luca comprendió lo que sucedía. Su expresión se volvió seria, aunque comprendía pregunto;— ¿Tu peso?—Soy la ideal para esa nueva colección debido a mi peso. He sufrido toda mi vida por mi físico. ¿Pretende burlarte de mí? ¿Supones que debo conocer los gustos de las mujeres talla XL, solo por mi constitución física? ¿En verdad crees eso? Luca frunció el ceño, sorprendido por la intensidad de sus palabras.— ¿Qué te sucede, Eleonor? No sé qué te pasa, pero no te veo de esa mane
Capítulo 26 ¿No aceptarás mi oferta?En otra parte del mundo, Carla cortó la llamada con furia y se quedó mirando el teléfono durante un largo rato, mientras las palabras de Lucas resonaban en sus oídos.Lo pensó una y otra vez, tratando de entender que era lo que sucedía. —¿Qué es lo que ha cambiado?— se preguntó a sí misma.Desde la ventana, del hotel cinco estrellas, aun en la oscuridad, se podía apreciar la ciudad de Milán; las luces brillantes y los edificios históricos creaban un paisaje cautivador. Sin embargo, Carla no estaba pendiente del paisaje nocturno; algo más le preocupaba.—Seguro que está probándome, a ver qué hago… Él no se arriesgaría a perder a su hija. La quiere demasiado. Es mi moneda de cambio. Desde el principio, lo he manipulado para hacer lo que yo quiera usando a Jennifer. Prácticamente, la empresa está en mis manos. Él nunca va allí o cuestiona mis decisiones. Mientras el funcionamiento de la empresa logre hacer tambalear a la empresa de Michael, él siempre
Capítulo 27 Quiero exactamente lo mismo que quiere Michael.Eleonor lo sintió. Supo el momento exacto en que él se le acercó. Su piel se erizó y comenzó a temblar; Tuvo que dar un paso adelante, alejarse de él.Cuando al fin pudo hablar, la inseguridad la invadió, su voz también temblaba al igual que sus manos. No sabía si por tenerlo tan cerca o por la propuesta que él le había hecho:—Me ofreces mi sueño dorado, pero tu diseñador estrella tiene razón. Aunque soy pertenezco a la población a la cual está dirigida esas prendas de ropa, no tengo la experiencia para encargarme de una colección de esa magnitud en una empresa como esta.Lucas se acercó un poco más, su voz suave y persuasiva, como si intentara calmar una tormenta que sabía vivía dentro de ella.—Eres una diseñadora de modas. He visto tu pasión en cuanto entraste a la sala de diseño. Tus ojos melancólicos brillaron. es tu mundo, y allí puedes brillar.—Es una colección muy específica y bastante delicada. No me lo pusiste fác
Capítulo 28 No volveré contigo ni a tu empresaEleonor sintió que todo a su alrededor se paralizó. Las personas que iban y venían se hicieron invisible a sus ojos. No escucho ningún ruido. Lo miro fijamente, con sus ojos grandes y asustados.Él le sonrió. Sin poder evitarlo, a ella le pareció arrebatadora su sonrisa. La vida fue injusta cuando le dio a este hombre tanto atractivo.—No te asustes. Cuando te asustas o estás triste, tus ojos se parecen a los de Bambi. ¿Lo recuerdas, el venadito del cuento?Ella se sonrojó, esta vez de furia.—Déjate de estupideces. ¿A qué te refieres cuando dices que quieres lo mismo que Michael? —su voz temblaba, entre la indignación y la confusión.—Me refiero a lo de las telas y, por supuesto, pagaré el precio justo, solo por tener un proveedor seguro. Pero en este caso específico, esos tejidos delicados podrían ser para la colección de prendas de vestir tallas grandes. —Se acercó más a ella—. ¿No crees que una mujer talla grande merece vestir una pr
Capítulo 1 Una amante secretaEleonor Rossi llegó a casa de su madre con una amplia sonrisa, a pesar de que esta visita no era de su agrado.Hoy se sentía feliz; nada de lo que dijeran su madre o su hermana cambiaría eso, porque esperaba la llegada de Michael.Él era su amante secreto desde hacía dos años y había estado ausente un mes, lo que le pareció una eternidad. Solo iría a verlo desde lejos. ¿Le parecería a Michael una sorpresa maravillosa? Ella pensaba que la sorpresa era fantástica, pero… ¿se lo parecería a Michael? ¿No pasaría nada con ir hasta el aeropuerto y saludarlo? ¿Verdad?Sus planes de encontrarlo en el aeropuerto, le llenaba el estómago de mariposas y la ilusión de verlo la rebasaba, se sintió como una adolescente.Los conflictos financieros de la empresa de Michael habían terminado. Las estrategias de Michael para atraer inversión de grandes capitales habían sido un éxito.En su última llamada le dijo que tenía algo que decirle que cambiaria sus vidas. Ella de inme