Capítulo 22 Soy el único que quiere lo mejor para mi hija
Luca llegó a la casa con su hija en brazos. La niñera lo recibió y tomo a la niña en sus brazos, llevándola a su habitación. Él se dirigió a su despacho, cerrando la puerta tras de sí con un suspiro de cansancio.
Solo habían pasado unos minutos cuando la puerta se abrió de golpe. Carla apareció recostada en el marco de la puerta segura y provocativa, vestía con una bata de seda corta que caía suavemente sobre su cuerpo, mostrando sus largas piernas y dejando entrever la lencería de encaje negro. La luz tenue del pasillo se filtraba detrás de ella, creando la escena de seducción al estilo de una mujer fatal que a ella tanto le gustaba representar.
Luca ya estaba acostumbrado a sus burdas escenas de seducción. Su desfachatez iba en aumento. La miró con fastidio.
—Retírate, tengo que trabajar —dijo, tratando de mantener la calma.
Su respuesta hirió el orgullo de Carla. Su expresión cambió, una sombra de furia cruzó su rostro, c