Jaló su mano apartándose de él, la molestía que tenía debido a la actitud de Andres llevó a Sofía a su limite. Lo tomó del saco acercándolo hacia ella con fuerza.
— Te permití todas las humillaciones que me has hecho, dejé que la z*rra de tu amante me insultara y dijera que soy una sirvienta, pero jamás, escúchame bien Andrés, jamás vuelvas a decir que soy una mentirosa.
Al fin había caído en cuenta de que todas aquellas cosas no valían la pena. Se dio la vuelta, levantó un poco el telón y caminó hacia el micrófono.
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