Anel, quien estaba tomándola muy cariñosamente por los hombros observaba a todas con una sonrisa deslumbrante. Estaba vestida de una manera demaiado vulgar, con un vestido escoltado de todas partes, maquillada hasta ocultar sus arrugas ya muy notables y con unos tacones extremadamente altos. Todo en ella decía "barato", hasta el perfume, si bien Sofía no era de criticar, tenía muy mala impresión de esa mujer.
— Querida Anel, creímos que no vendrías, hoy presentan a la mujerzuela que te quitó a Andrés.
-Así que ahora la mala mujer soy yo- pensó Sofia, la pobre hervía de coraje pero tuvo que soportarlo por respeto al señor Gustavo.
Gracias a todos mis lectores por apoyar esta obra.
Por favor, recomienden y compartan si les gusta.
| Me gusta