Mundo ficciónIniciar sesiónZoey no esperaba que Rubí hiciera una pregunta así frente a sus padres, por lo que quedó atónita y durante unos segundos no supo qué responder.
Rubí, sin desaprovechar la oportunidad, volvió la mirada hacia Tobías. Su voz se volvió cada vez más cargada de queja e impotencia cuando dijo:
—Papá, ¿no debería haber regresado? ¿No soy bienvenida aquí? Leonardo es demasiado joven y no vendrá a verme, y hasta la señorita Zoey cree que soy una extraña…
Sonaba indignada y vulnerable. Al escucharla, Tobías se quedó quieto por un momento; luego, al ver la expresión angustiada de su hija, miró a Zoey con evidente disgusto:
—Zoey, ¿cómo puedes decir que Rubí es una extraña? No quiero que vuelvas a repetir eso.
Era raro que Tobías defendiera a alguien públicamente de esa manera, y Rubí se sintió satisfecha por dentro. Pero Zoey no mostró vergüenza; al contrario, negó con rapidez y dijo:
—Papá, no quise decir eso. Solo quiero decir que mi hermana no ha est







