Después de decir eso, Dylan corrió escaleras arriba.
Marcus se sentó en el sofá sin moverse. Era evidente que esperaba que Dereck lo enfrentara con preguntas.
Dereck, aún confundido, apenas se contuvo antes de preguntar apresuradamente:
—¿Qué pasó hoy? ¿Cómo puede ser que esa mujer… sea la hija de la familia York?
Su rostro estaba lleno de sorpresa e incredulidad, como si acabara de ver un fantasma.
—La hija biológica de la familia York se perdió hace años —respondió Marcus con calma—. Fue llevada por error en la sala de partos.
Con solo unas pocas frases, explicó lo esencial. Luego alzó la vista y, con frialdad en la mirada, añadió:
—Este asunto aún no debe hacerse público. Pero ahora que lo sabes, espero que sepas qué hacer en adelante.
Dereck quiso regañarlo, pero sus palabras se atascaron en la garganta. Su mente repetía una sola idea: ¿Rubí era realmente… la princesa?
—¿No hay error, verdad? —preguntó finalmente, con voz vacilante.
Marcus soltó una breve risa irónica y se levantó