David se puso serio analizando con detenimiento al humano que estaba enfrente de él, porque lo que le decía era justo lo que estaba buscando.
- ¿Qué sabes de eso?
- Me gustaría platicar en privado con usted – dijo Joshua.
- ¿Amor…? – le llamó preocupada Emily al ver que si esposo se puso serio.
- Ten esto amor, ya vengo – declaró acercándole la bolsa de comida – y ustedes síganme – habló girándose para salir de la habitación sin ver a los humanos.
Joshua y Jorge, se despidieron en silencio de la reina madre y siguieron al lobo, quien los condujo a la habitación continua para que hablaran.
- ¿Seguro que es un lugar privado? – preguntó Jorge al notar que no se alejaron mucho.
- Hm… cada habitación está diseñada para aislar el sonido para comodidad de todos, ya que algunos pacientes a veces sufren de dolores y gritan en las noches, pero no molestan a los demás enfermos e igual cuando la habitación se ocupa se activa un sistema de sonido para que sean monitoreados con precisión – explicó