Tomy se acerca a Giselle, ella le da un abrazo fuerte y se queda con su jefa para apoyarla en lo que necesitara.
—Llegó la modeloca —le susurra al oído y ella se gira a la puerta—.
—Con permiso…
Se despide de uno de los empresarios más importantes de la noche y se va hacia la puerta para saludar a Megan.
En cuanto la modelo la ve, abre los brazos como si estuviera viendo a una vieja amiga frente a ella y grita para que le presten atención.
—¡Giselle! —la chica llega a ella y acepta esos dos besos en las mejillas y ese abrazo totalmente sobreactuado, porque ella ni siquiera se acercó lo suficiente para recibirlo—. ¡Qué lindo está todo! Te felicito.
—Gracias, Megan. Entra, por favor, y diviértete.
—Por supuesto que lo haré.
Si Giselle supiera cierta parte de la vida del patán con exactitud