Cuando las puertas del ascensor se abren, Giselle recuerda que envió a Evan a la sala de juntas y corre a buscarlo, pero no lo encuentra.
Sale de allí, ve a su asistente y le pregunta.
—Señor Joules, ¿ha visto al senador?
—Sí, pasó a su oficina luego que la dejara junto a los Hunter. La está esperando allí.
—Gracias.
Se apresura en entrar y lo ve mirando por la ventana hacia la ciudad. Ella se acerca algo avergonzada, porque olvidó completamente que lo envió a esperarla.
—Senador… —él se gira—. Lo lamento, había olvidado que usted subió con nosotros.
—Giselle, por favor, no me digas senador.
—Sí, lo siento —ella se mira las manos y le dice con una sonrisa—. Muchas gracias por lo que hiciste, en verdad agradezco que me apoyaras de esa manera.
—Creí