Capítulo 7. Un vestido muy especial.
Bianca se quedó mirando a Lorenzo sin palabras ante la amenaza que le hizo, durante una fracción de segundo pensó en retractarse, pero se recordó la promesa que le hizo a su abuela.
―Nunca haría sufrir a un niño, al menos no intencionalmente, pero le aseguro, señor Lorenzo que educaré a Gianna lo mejor que pueda, con afecto y valores.
―Lorenzo, no me digas señor, se vería extraño si vamos a casarnos ―alegó él.
―Está bien... Lorenzo ―dijo con timidez.
―¿Tienes familia a la que notificarle de la boda?
―No, soy huérfana ―respondió mintiendo en parte porque en realidad no tenía a nadie que pudiera acompañarla ―No hay nadie a quien invitar.
―Lo lamento, pero piensa que ahora tendrás una hija.
―Sí, Gianna será mi hija de ahora en adelante ―contestó ella pensando en su bebé y rogando que tuviese una madre que lo amara.
―¿Trajiste todas tus cosas? ¿Hay algo que quieras de tu casa? Porque no volverás a vivir allí
―Traje una maleta con lo esencial no pensé que me quedará para siempre.