Capítulo 44. Un nuevo recuerdo.
La fiesta terminó en la madrugada, Bianca a pesar de no haber tomado nada de alcohol se sentía eufórica, por lo que al entrar en su habitación se giró y besó a Lorenzo con pasión pegándolo a la puerta. Un poco sorprendido, pero gratamente impresionado él devolvió el beso hasta que unos segundos más tarde tomó el control de la situación.
Levantó en brazos a su esposa y la llevó a un lado de la cama, con impaciencia comenzó a buscar la cremallera para deshacerse del vestido. Al mismo tiempo Bianca metió las manos por dentro de la chaqueta de Lorenzo y la empujó sobre los hombros de él hasta que cayó al piso. Las manos de su esposo volvieron a la búsqueda de la cremallera perdida, la impaciencia le hizo gruñir.
―¿Dónde está la m@aldita cremallera?
Bianca rio con ganas.
―Desvístete mientras yo me quito el vestido ―respondió risueña.
Lorenzo comenzó a arrancarse la ropa, mientras sus ojos miraban a Bianca que sonreía con diversión al ver la cara de frustración de su marido. Con coquetería