—Yo bueno… Acepto, pero con el contrato ese que estás mencionando —Contestó ella colocando sus propios parámetros.
—Está bien, no tengo ningún problema con eso —Aceptó su futuro esposo.
Ambos fueron a una clínica por el pie de la joven, que por fortuna no tuvo fractura, una pequeña inmovilización y reposo pasarían todos los malestares, fueron de vuelta a la casa o mejor dicho a la prisión en donde iba a estar por mucho tiempo, el hombre tenía una caja envuelta en un papal brillante.
—Esto es para ti —Dijo mientras le daba el regalo.
—Que emoción tan grande ¿Qué es? —Hablaba ella emocionada, hace mucho nadie le hacía regalos.
—Ábrela —Sugirió Harry.
Nunca había visto una mujer reaccionar así por un simple regalo, esa mujer tenía algo muy especial que le tenía complemente deslumbrado, razón por la cual le ofrecía este trato, estaba convencido de que ella sería perfecta para eso. La joven con las manos sudorosas abrió la caja, allí se encontraba un teléfono de primera generación par