Olivia.-

El miedo recorre mi sistema, hago el esfuerzo de pedirle ayuda al oficial, pero desvía la mirada, es obvio que Benjamín lo compró, usó todas mis fuerzas para alejarlo de mi cuerpo, sin hacerle daño a mi hijo.

— Te voy a coger tan duro, que perderás a ese bastardo, esa será mi venganza por todas tus palabras de desprecio, por haberme abandonado.

— ¿Y qué querías? ¿Qué me quedara a tu lado después de todas las veces que me engañaste? ¡SUELTAME!

EL grito escapó de mi garganta ahogado con desesperación, las manos de Benjamín se deslizaban por mi cuerpo de una manera bestial, solo me preocupaba mi bebé.

Hasta que el oficial se aclaró la garganta, pensé que una pizca de remordimiento lo había invadido por lo que estaba presenciando, pero era porque venía alguien más, los pasos resonaron en el pasillo, Benjamín se apartó de mí de inmediato y salió disparado de la celda.

— ¿Qué está pasando aquí? –el detective encargado de mi caso apareció, me levanté del catre pegando mi cuerp