— ¡Ahh hija de puta!
¡BAM! Medio ciego por un momento, chocó contra la pared de piedra del pozo, volviéndose a golpear.
Aysling le había lanzado de la arenilla en la base del pozo, cegando sus ojos de repente y aprovechando para rodar a un lado y escapar de su prisión.
— ¡Ahh! - gritó cuando al q