— Cuánto más piensas estar pegado a Rose, ¿acaso soy tu maldit0 colchón personal? – le gruñó a Niall que lo miró con fastidio.
— Yo alimento a Rose, la última vez lo hiciste tú – y así Niall salió del sensible e hinchado trasero de Rose con un sonido de “pop” que dejó a la vista un redondo agujero