Se volvieron a besar de frente como dos locos enamorados y Niall los observaba de cerca, disfrutando de ese espectáculo caliente y erótico a más no poder.
Su mano sobre su resbaloso eje, moviéndose arriba y abajo, esperando paciente a su turno, que no demoraría mucho.
Maell se separó de ella y se