Ethan se levantó de la cama, caminó frotando su cabeza visiblemente emocionado. Ahora era ella quien estaba confundida, ansiosa. ¿Había desistido?

Él se detuvo, se quitó los zapatos y comenzó a desvestirse con afán. Ella lo miró son moverse, observando como él se despojaba de su ropa y quedaba frente a ella, como un Adán. No se trataba solo de verlo desvestirse, era descubrir en él, la verdad. Saber quien era realmente Ethan por dentro y por fuera.

El pelirrubio, se subió sobre Jazmín. Ella separó sus piernas dejando que él encajara su pelvis con delicadeza, sintiendo la dureza de su miembro tibio, palpitante, venoso, rozando sus ahora labios desnudos e hinchados.

—Seré cuidadoso, lo prometo —susurró él.

Jazmín lo miró a los ojos cuando lo tuvo frente a ella, como si quisiera que entendiera que también lo deseaba, que no era solo suya, él también era de ella.

Ethan besó sus labios y al mismo ritmo suave de sus labios, se contoneó sobre ella. Cada movimiento suyo la hacía