Punto de vista Alessia

Mi puño golpeó mi escritorio con un fuerte golpe que resonó en la habitación. Gruñí de molestia, mi paciencia se agotaba. Estaba cabreado. Joder, joder. Desde mi regreso a casa no me han encontrado más que problemas. Cada vez que pienso que llego a algún lugar, los inconvenientes me devuelven a la realidad. Este trabajo puede ser tan jodidamente frustrante a veces.

"¡KC entra aquí, joder!" Grité sin levantar la atención desde mi escritorio. Estaba lleno de documentos, mi cuchillo y vasos de alcohol. Mis músculos estaban rígidos y cada pequeña cosa parecía llegar a mí.

"Sí, Don". KC dijo mientras entraba en mi oficina. Su cara sostenía una suave sonrisa. Levanté la vista y suspiré. "Me disculpo por gritarte. Pero, ¿podrías convocar una reunión? Me froté la cara en agitación.

Se metió el pelo rubio perdido detrás de la oreja y se mordió el labio. "¿Para cuándo te gustaría la reunión?" Sabía que mis demandas a veces eran imposibles.

"En una hora". Me detuve levanta