Valeria
Para ni no han sido suficientes respuestas.
No lo pienso y avanzo hacia él y me interpongo en su camino y lo miro a los ojos antes de decir:
—No, no lo han sido y no voy a dormir hasta que me respondas—le digo levantando ambas manos con desesperación, ignorando el tirón de dolor y el hecho de estar en topples. Él me está viendo como si lo hiciera por primera vez—Dijiste que no podías quererme, que no podía haber sentimientos en esto que tenemos, pero entonces haces cosas como las de hoy y me confundes.
Por primera vez veo a Alessandro parecer infinitamente frustrado. No enojado, no furioso, no serio o amargado: frustrado.
Sus manos van hasta su cabello y lo mece con desespero mientras que un gruñido sale de su garganta antes de volver a mirarme y no consigo entender lo que hay en sus ojos.
—No eres la única que está confundida.—dice y solo escucharlo siento que el corazón empieza a latir con fuerza en mi pecho.
—¿Qué quieres decir?—pregunto en un susurro.
Él se acerca nuevament