Para Naya las relaciones serias eran muy importantes, siempre se consideró una romántica y fan de los clichés literarios. Pero cuando conoce a Lance, un chico arrogante y con señas de que no le importa mucho la vida, su vida cambiará por completo. El chico la enamora tan fácilmente que Naya no duda en caer en sus encantos por más que lo evitó, por más odio que le tuvo. Lance es un Alpha hombre lobo que al fin encontró a su mate, Naya, y ahora no dudará en protegerla de todos los enemigos que planean dañarla.
Ler maisSomos uno.
Nos amamos, nos entendemos, nos cuidamos.No podemos vivir el uno sin el otro. Es algo tan especial. Siempre lo quise. Así es la relación con mi gatito Valiente, vino a mi vida hace ocho meses exactamente y desde entonces fue como si hubiera nacido para mi. —¿Naya? Elevo la vista. Lucila está aquí. —Luci—me reincorporé en mi cama, cargando a Valiente, que creo que ahora está un poco impaciente. Luci era mi amiga desde que tengo memoria y mi vecina también. —Es tarde, las clases empiezan en media hora —recriminó. Y tenía razón, era el primer día de nuestro último año. Era muy importante este año, definiría nuestro futuro. El baile sería una buena oportunidad para poder encontrar un chico lindo que nos quiera seguir a la universidad que elijamos. —Estoy bañada —le dije para que se calmara un poco—Sólo me pondré mis zapatos. —Lo siento —se dejó caer en mi cama—Es solo que estoy nerviosa. Mi vida depende de este año. —Tranquila. Todo saldrá bien. —terminé de ponerme mis zapatos y tomé mi bolso—Te veo en la tarde —le dije a mi gato dándole una última caricia. Él respondió con un maullido, sabía que llegaba el momento de irme. —Vamos. —Tu madre me ofreció el desayuno —murmuró, saliendo. —No tengo tiempo esta vez, comeré algo en la cafetería. Tenemos que hacer la revista de este año. —Hmm hablando de eso tengo algunos nuevos temas para este mes —añadió. Aprovechando que mamá no estaba en la sala tomé a Luci de la mano y salimos de casa rápido. Ninguna de las dos tenía auto así que nos tocaba caminar, quizás estábamos como a unos diez minutos de la preparatoria. —¿Sobre qué van los temas? —quise saber. —Bueno... —empezó a decir sus ideas, pero su voz se escuchó lejos cuando miré al señor Johnson, barriendo su jardín. Siempre pensé que era un señor muy extraño, usaba lentes grandes, tenía barba y era calvo. Su mirada se encontró con la mía, me dio un escalofrío cuando eso pasó así que aparté la vista. No sé por qué pero ese señor me da miedo. Siento que nos mira de una manera muy... extraña. Cuando pasamos por su casa sentía que su mirada aún estaba en nosotras. —¿Me estas escuchando? —Luci parecía ofendida. —Lo siento —me reí—Me quedé ida por un momento. —¿Una carrera hasta el puente? —propuso, caminando más adelante. Sabía que lo hacía para que no pasáramos por ese lugar solitario. Había un lugar donde no habían casas, solo bosque y oscuridad. Después del puente ya empezaba el vecindario. —Llegaremos sudadas a la preparatoria—hice un pequeño puchero. Siempre me importaba la presentación de una persona. —Es mejor llegar sudadas que no llegar —musitó. Sabía por qué lo decía. Rodé los ojos y acepté: —Esta bien —la alcancé—Pero no hagas trampa... —no había terminado la oración cuando Luci ya había empezado a correr—¡Oye! La seguí. •
—Para ser el primer día hay muchos estudiantes—dijo cuando recién llegamos a la preparatoria—Qué raro, ¿no?
Me sentía cansada. —Sí... —asentí. Era usual que en los primeros días solo vinieran los cerebritos etc. —Entonces te veo en el almuerzo, iré con las chicas a la revista. —Está bien, yo iré después. Luci se fue. Me dirigí hacia mi casillero, la primer clase sería educación física. A pesar de que Luci y yo estábamos en el mismo año recibíamos clases a diferentes horas. Tomé mi short, unos tenis y una camisa. Caminé por los pasillos hacia el baño, pero, al girar en un pasillo mi cuerpo chocó con otro haciendo que mi ropa se cayera al piso. —¿Acaso no te fijas? —recriminé, mirando al susodicho. Algo dentro de mi se encendió cuando miré al chico. Jamás lo había visto por aquí así que supuse que era nuevo. Su cabello era negro, sus rizos le caían por la frente. Usaba una chaqueta de cuero negra. Sus ojos son negros como la noche y su sonrisa... su sonrisa me dio escalofrío. —La que debería de caminar con más precaución eres tú, vas caminando como loca —bramó. Pero sentía que no lo había dicho tan en serio. Me incliné a recoger mis cosas. —Y no deberías de ponerte en esa posición —dijo. Me reincorporé, notando que otros chicos se habían quedado viendo. —Pervertido —espeté—Quítate—le dije, haciéndolo a un lado, pero me tomó de la mano de manera brusca. —Cuidado como me hablas —musitó de manera suave y dura. Su rostro estaba tan cerca del mío. El chico miró mis labios y después sonrió con picardía. También pude notar algo de diversión en esa expresión. —¡Suéltame! —me zafé—¿Quién te crees que eres? —¿Naya? ¿Está todo bien aquí? —la voz de mi hermano detrás de mi me hace saltar del susto. —Tranquilo, Naya y yo solo nos estábamos conociendo —habló el chico. Miré a Fede. —Como sea, me tengo que ir. Voy tarde a clases —le dije, pasándole de lado. —Nos veremos por ahí, Naya —escuché que me dijo ese chico pero simplemente lo ignoré. No sé qué cosas le habrá dicho mi hermano pero espero que lo haya puesto en su lugar. Todos saben que mi hermano es un poco enojon cuando se trata de mi, a pesar se ser un año menor que yo. Pareciera mi hermano mayor en todos los sentidos. Al llegar a los baños me cambié lo más rápido que pude y me dirigí casi corriendo al salón de educación física. Ahí estaban unos cuantos. —Llegas tarde, Naya —me dice la señorita Carson. —Lo siento —susurré. —Mientras llegan los demás jugaremos una partida de volley, ¿que les parece? —nos dijo. Arrugué la cara porque no me gustaba jugar. Era mala y muy torpe, lo único que haría sería el ridículo. Pero mi suerte empeoró cuando miré al chico de hace rato entrar a la sala y sentarse en las escaleras. ¿Qué demonios hace aquí? ¿Se quedará todo el rato? No quiero que me vean jugar, me dará vergüenza. Aclaro que no es que me importe lo que piense ese energúmeno, es solo que me da vergüenza. Me acerqué a la señorita Carson: —Profe, ¿está permitido que otros estudiantes entren a la clase? —Hmm no, ¿por qué? —Bueno, es que el chico que está sentado en las escaleras me inquieta un poco —le dije muy bajo y tratando de disimular. La señorita Carson vio al tipo. —No importa, aún no estamos en la clase. Ve a tu posición por favor. Maldije a lo bajo y regresé a mi posición. Perfecto, era fácil, Naya, solo tenías que golpear ese bendito balón y evitar que se caiga. ¿Por qué me pasa esto a mi? Noté que las chicas estaban cuchicheando mientras miraban hacia donde estaba el tipejo ese. Rodé los ojos para mi porque ni siquiera estaba tan guapo... bueno, en realidad sí estaba guapo pero su formar de ser, ese carácter le quitaba todo. —¿Listas? Empiecen —la señorita Carson silvó. Bola uno, aún no me cae. Bola dos, la chica delante de mi me salvó. Bola tres, la chica del otro equipo la lanzó más alto. Venía hacia mi... haz algo, mueve tus manos. ¿Por qué no estoy haciendo nada? Lo único que hice fue cubrirme cuando el balón venía directo a mi cara. Escuché risas de las demás. Eso me enojó. Creo que estaba muerta de la vergüenza. Tomé el balón y con manos temblorosas saqué. Ese sí me salió bien. Vamos, Naya, demuestra de qué estás hecha. Un pase por aquí, otro por allá... me toca. Empuñé mis manos y le di al balón. Wow... no sabía que tenía tanta fuerza. El balón buscó a una chica del fondo, esta le dio pero se le cayó. ¡Punto mío! Genial. Tres rondas más y el nervio se me había quitado. No sabía que podía jugar esto. Cuando el juego terminó me sentía cansada y sudada, pero no me importó esta vez. —Perfecto, Naya, si juegas así más seguido llegaremos lejos —me dijo la señorita Carson, pero no sabía a qué se refería con eso. —La clase terminó por ahora. Tomé mis cosas y me salí de ahí lo más rápido que pude porque las chicas empezaron a cuchichear algo sobre Lance es guapo. En las duchas me quité toda mi ropa y me metí a bañar con agua tibia. Aun no procesaba lo que había hecho. Me sentía orgullosa de mi. Escuché ruidos afuera, supuse que era otra de las chicas que venía a ducharse, pero cuando mi puerta se abrió me cubrí las tetas y... abajo, pegando un grito. —Shhh te van a oír —el chico salvaje se había colado en mi baño y me había cubierto la boca con su mano. ¡Eso es lo que quiero, idiota, que me oigan! —Me estoy escondiendo de esas chicas —me dijo, cerrando lentamente la puerta de mi baño. Luego escuché voces y risitas afuera. Supongo que hablaba de las del equipo de volley. —Jugaste muy bien, Naya —me sonrió—Al único parecías un poco dejada pero después acabaste con ellas. Balbuceé vulgaridades hacia el pero él solo podía escuchar cosas inentendibles. —Creo que se están yendo. ¡Estoy desnuda! —Te quitaré la mano pero no grites —susurró, su mano se fue quitando de mi boca poco a poco. —¡Eres un...! Salte de inmediato del baño —pataleé—Estoy desnuda. La mirada del chico recorrió mi cuerpo. —Ya me di cuenta. —Se fueron, vete ya —quise empujarlo, pero me resbalé y más bien caí en sus brazos. ¡Dios! Me quité de él de inmediato buscando mi toalla hasta encontrarla. Rodeé mi cuerpo y salí de la ducha. —Qué dramática eres —salió también. Su pelo estaba mojado por el chorro que cayó—He visto muchos cuerpos de chicas así que no te hagas la importante. —¡Largo! —le lancé un cepillo. Lo atrapó—¿Quién eres y por qué me molestas tanto? ¡Ni siquiera te conozco! —Tienes razón —se acercó—No te conozco pero siento que sí lo hago. También me gustaría averiguar por qué demonios quiero estar cerca de ti —dicho eso nos quedamos viendo unos segundos, pero después me pasó de lado y salió de los baños. No entendía nada de lo que estaba pasando.Con un resoplido de Lance y un giro de ojos de Damien, sabía lo que iba a decir, pero al final no dijo nada, así que me aparté de la mesa. Lance se enfada si le presto atención a Damien, pero no es que se dé cuenta o le importe.Damien miró mi espalda en retirada y pude ver que intentaba moverse, pero sabía que la batalla estaba perdida. Era perder con Lance o ser ignorado y eligió la parte dolorosa.Pero Lance no se dio cuenta de que su amigo, que seguía sentado en la mesa, empezó a hablarme, pero al darme la vuelta, me alejé. No dejé de moverme hasta que entré en el baño de chicas.Una vez en mi refugio seguro, me apoyé en el lado del cubículo, tocando con la frente el frío metal, el frío metal se sentía como el cielo en este momento y casi podía sentir que se filtraba en mí, en mi propia alma, enfriando todo en mi cuerpo.Oí que la puerta se abría y que alguien entraba, supe que era Amanda porque su perfume me hacía cosquillas en la nariz, me hacía estornudar, que era exactamente l
Sierra, Lance y Javier estaban rodeados por un lobo corpulento y enojado con gusto por la sangre. El lobo estaba furioso con su última víctima. Habían atacado y mordido a su pareja. Un humano, pero el nuevo Alfa de una poderosa manada de hombres lobo.—Solo quiero irme a casa, quiero una ducha—, el hombre se apoyó en las muñecas de sus captores, con los ojos brillantes de miedo.—Esa no es una opción,— dijo Lance. —No tendrás esa oportunidad en el corto plazo—. Los gruñidos profundos de Lance los rodearon mientras caminaba detrás de su mochila. El pobre humano entrecerró los ojos en la penumbra, confundido por la profunda voz de Lance en un rostro que se parecía demasiado al de un niño. ¿Fue la mirada de terror en su rostro?—¿Cómo me encontraste?——Nuestras narices son más grandes que las tuyas—, dijo Sierra, con una sensación de hundimiento creciendo profundamente en sus entrañas.—¿Cuál es tu nombre?——Un nombre es solo un momento que pasamos, de dónde vengo y hacia dónde voy ya no
Javier planea vengarse de Lance por quitarle el amor de su vida. ella es naya Lance siempre ha estado enamorado de ella, pero Javier está celoso porque cree que la merece más. Lance no lo entiende porque tenía novia. Todo lo que siente es la prisa por devorarla. Habiendo estado más enamorada de Naya durante la escuela secundaria, ella podría quitarle todo su mundo. Sentía que podía luchar por ella en la clase, pero no podía. Así que hizo lo único que pudo. Él dejó que la secuestraran.No podía dejar que se la quitaran, así que le quitó la de ella. Retiró su acecho, pero le enviaba pequeñas notas a Naya de vez en cuando. Aunque le dolía hacerlo. Lo último que debía hacer era lastimar a su Naya, el único amor que le quedaba. Parecía perfecta, pero los secretos siempre hacen que alguien sea difícil de descifrar. Los secretos la hicieron perfecta. Nadie excepto Lance conocía realmente los secretos. Lance pensó que conocía sus secretos. Él estaba equivocado. Javier estaba completamente equ
Naya estaba en su habitación, estaba acostada en su cama, su corazón comenzó a doler cuando pensó en Lance. Su garganta comenzó a hincharse y no podía soportar el dolor. Cerró los ojos, tratando de bloquear el dolor de no verlo más. Sabía que estaba siendo estúpida, pero solo necesitaba saber que él estaba bien.Sus padres habían dicho que era tonta, diciendo que era una nueva relación; solo era reciente, necesitaba acostumbrarse a que él estuviera más cerca. Pero Naya sabía otra cosa, conocía a Lance desde que eran niños, habían sido amigos en la escuela con Jex, pero no amantes.Lance era su boleto para tener una vida normal. Pero ahora, sabía que no podía; él la dejó por dos semanas, sin una explicación. Su rostro siempre permanecía en su cabeza, siempre pensaba en él, incluso cuando trataba de no hacerlo.Como él la había dejado, ella no quería dejar su trabajo, tenía que mantenerse ocupada. Sus padres la habían animado, sabiendo que su trabajo la ayudaba a veces.—Ve a él—.—¿Qué
Billy estaba pensando en su mejor amiga, Naya. Su vida ahora estaba en peligro. Quien estaba detrás de ella a tales, solo había sabido que Lance era la persona que los protegía de sus enemigos.Naya, Lance y Billy vivían todos en el mismo pueblo. Habían sido amigos durante mucho tiempo, hasta que un día Naya llevó a Billy y Lance a su casa. Fueron a buscar a Naya porque desapareció. Todos fueron a la casa de Naya y descubrieron que la tenían como rehén.Lance dijo: —No te preocupes, todos estaremos aquí para ti hasta mañana. Estás a salvo, terminaremos con esto antes de que te des cuenta—. Luego aseguró la casa y cerró la puerta principal.Billy dijo: —Nunca perdonaré a la persona que te hizo esto. ¿Quién le hizo eso a Naya?—.Los tres se fueron al sofá a descansar, pues ya era tarde en la noche. Los padres de Naya vendrían a buscarla mañana. Lance iba a ir a casa de sus padres, porque vive en la ciudad de Nueva York. Billy se quedaría para quedarse con Naya.Naya dijo: —Dormiré en es
Sin hacer ruido, una figura encapuchada se abrió paso a través del denso bosque, los arbustos colgaban pesados debajo de la capa de la figura, el hedor de la muerte condujo a la figura encapuchada más al norte, más adentro del bosque, hasta que solo se podía ver el cielo a través de la oscuridad. dosel de árboles. El hedor de la muerte provenía de uno de los animales del bosque, la pequeña criatura ahora estaba muerta y la figura encapuchada lo recogió de las patas de la bestia. El cadáver era pequeño, el tamaño de la criatura le daba a la figura la ventaja de poder cargar su cadáver con facilidad, con cuidado la figura encapuchada acostó el cadáver a un lado y se quedó inmóvil, cerca del animal muerto.La diminuta figura se acercó a la figura encapuchada, la figura levantó lentamente las manos para revelar lo que hace miles de años era un rostro de hada, pero ahora los seres se habían ido hacía mucho tiempo de la vida de un ser humano. ¿Por qué los humanos los mataron? Eran seres h
Último capítulo