—¿Qué me cuentas? Inicia tú, no sabes esconder cuando te va mal — comenta.
Lo triste es que decía la realidad. Era terrible manejando mis emociones y ocultándolas.
—Parece que todos allá afuera saben que nos casaremos. Y… me están tratando sospechosamente bien. Hasta Maite bromeo con que la invita