—No tengo madre, Marianne. ¿Otra pregunta que sí vaya contestar? — ofrece este.
Lo capto al instante. La madre era peor que el padre y ni chistes le provocaba hacer de ella. Tema prohibido y anotado. Reorganizo mis ideas. Tenía un propósito para esta noche.
—¿Tienes contigo el anillo de compromiso