Capítulo 27.

Vicenzo.

Esto es arte en su máxima expresión.

Ellie se sonrojó ante mi petición, y a pesar de todo, en realidad ese era mi deseo.

Siempre me ha fascinado pensar en tenerla bajo mi poder, y cuando lo pude hacer , toqué las estrellas sin llegar al cielo.

—Vicenzo...—murmuró, tomando con sus dedos el dobladillo de su buzo de cuello alto. Pensé que iba a cumplir con mi pedido, pero, soltó su ropa y me miró —Ni siquiera pienses que voy a hacer eso cuando te acaban de operar hace tan solo un par de horas. Al menos, espera hasta mañana para ser un completo pervertido.

—No decías lo mismo cuando estabas debajo de mí...—le guiñé el ojo.

—Eres un imbécil —soltó de repente—Cierra la boca y recuerda que te dispararon, que tuviste que someterte a una cirugía medianamente complicada debido a eso y que mereces descansar de todo por un buen tiempo.

De acuerdo, no quería que me regañara así que asentí y entrelacé nuestras manos.

—Tienes razón, es demasiado pronto para pensar en estas cosas —sonreí—El médico dijo que me puedo ir a casa en cuatro días, así que lo siento por ti, sin embargo, tendrás que dormir conmigo en esta horrible cama de hospital durante todo ese tiempo.

—Me encantará hacerte compañía, es todo un placer para mí —besó mi mejilla—Pero, ahora que al fin puedo estar a solas contigo, considero que hay varias cosas de las cuales debemos hablar. Se trata de una decisión que he tomado y quiero saber si estás de acuerdo con ello.

—Te escucho, Ellie...—le mencioné, invitándola a hablar de aquello que tanto le preocupaba.

—No puedo confiar en absolutamente nadie después de lo que sucedió esta mañana. No estoy dispuesta a plantar mi confianza en cualquiera de las personas que están a nuestro alrededor, porque todavía no sabemos quién fue la persona que tuvo la osadía de dispararte y hasta que no se resuelva la investigación que tu madre y yo abrimos en la fiscalía...O bueno, que resulta que tu adorada madre abrió esta tarde y yo estoy de acuerdo con eso.

—¿Abrieron una investigación en la fiscalía? —Me sorprendí. No me lo esperaba en lo absoluto.

—Por supuesto que sí, mi amor ¿Acaso pensabas que permitiríamos que esto se quede como si nada? Quién quiera que haya sido el estúpido que intentar acabar con su vida terminará apareciendo en cualquier momento. De hecho, necesito asistir a la fiscalía mañana por la mañana para dar mi declaración, digamos que se cree que soy una de las sospechosas principales al ser tu esposa. La policía cree que intenté quedarme con tu fortuna, y la verdad es que hicimos una separación de bienes y que si mueres, todo tu dinero lo heredará tu madre. En fin, no podemos confiar en nadie en lo que se resuelve todo este asunto, no obstante, necesito vigilar que todo en la empresa continúe funcionando con normalidad.

—Si dijiste que no debemos confiar en nadie en este momento, asunto en el que por cierto tienes toda la razón, me pregunto cómo vas a hacerte cargo de todo lo que conlleva la empresa tú sola —esa era mi duda más grande ahora mismo.

—Tu madre se ha ofrecido ha ayudarme en todo lo que necesito al igual que tu querido padre. Además, lo he estado considerando y pienso que si no podemos confiar en ninguno de los que han vivido cerca tuyo todos estos años, deberíamos darles una oportunidad a otras personas, como si estuviéramos pausando a todos los empleados de sus actividades normales. Trato de decir que seguirán trabajando en sus puestos, sin embargo, habrá accesos que se les va a restringir y personas que los vigilarán a todo momento.

Buen punto.

Ellie, eres jodidamente inteligente.

—¿A quién piensas contratar? ¿Tienes algún nombre en mente o piensas hacerlo de manera aleatoria?

—Leah Roosevelt, Wendy Russo, Irene Zhang...Me parece que ninguna de ellas se negará a ayudarme al comentarles la conversación, creo que nosotras nos llevamos muy bien desde el primer instante y que lograremos equilibrar la situación.

Suspiré. Todo esto está siendo mucho más complicado a cada instante que pasa.

La vida cambió por completo en un par de horas.

—Tan solo necesito tu aprobación y haré lo que te estoy proponiendo lo más pronto posible —repitió.

—¿En verdad estás dispuesta a tomar toda esta responsabilidad por mí Ellie? —Le interrogué. Lo que menos deseaba en el mundo es que ella se sintiera obligada a hacerse cargo, como si fuera una responsabilidad que ella tuviese que cumplir.

—Eres la luz de todo mi universo, Vicenzo y estoy dispuesta a hacerlo todo por ti, incluso si eso no está en mis manos —acarició mi rostro.

Realmente nunca he sentido tanta devoción ante una persona.

Ella es mi primera y mi última.

—Me salvaste del abismo en el que permanecí durante años, del que me aseguré a mí misma no poder salir y de repente llegas a mi vida como una simple casualidad y me ofreces convertirme en tu esposa por contrato. Luego se nos sale todo de las manos y terminamos enamorándonos profundamente. Incluso cuando tú no me amabas como me amas ahora, no dejaste de preocuparte por mí siempre y de brindarme tu apoyo cuando llegué a necesitarlo. Nunca he tenido la oportunidad de devolverte ese apoyo, esta es la primera vez que veo que hay algo que puedo hacer por ti. Quiero agradecerte por todo lo que haces por mí cada día desde que nos conocimos, y quiero demostrarte que te amo con todo el alma, y que mi amor contigo significa estar en las buenas y en las malas.

Se me llenaron los ojos de lágrimas.

La sociedad nos dice que los hombres no lloran y que los que lo hacen son débiles. No obstante, la verdad absoluta recae en que los hombres también tenemos el mismo derecho de llorar porque somos hombres humanos que tenemos sentimientos, porque también enamoramos perdidamente de alguien, porque también nos hacen daño, y porque a veces no podemos soportarlo todo. Y no me importa si la sociedad me ve como un hombre débil por amar con tanta intensidad a la mujer de mi vida porque no tengo una masculinidad débil y no me interesa lo que piensen los demás.

—Cuando la lluvia se detenga, quiero que nuestros corazones nunca se separen. Cuando esta lluvia se detenga, quiero que te quedes conmigo hasta el final de los tiempos.

—Haces que mi corazón se acelere a cada momento, haces que mi mundo se pinte de miles de colores. Y no importa si la lluvia nunca deja de caer, nuestros corazones nunca dejarán de latir al mismo ritmo —dejó un beso en mis labios con lentitud—Te prometo que todo va a estar bien, te prometo que tú estarás bien.

Asentí. Nadie imagina cuan enamorado estoy de esta maravillosa mujer.

—Ahora necesito que intentes dormir porque requieres de mucho descanso —rió—Y yo necesito ir por una taza de café.

—No te desveles por mí, cariño —le pedí, no quiero que haga tanto esfuerzo por mi culpa—Gracias por hacerme compañía, pero, por favor no te esfuerces demasiado.

—Está bien, si tienes hambre puedo traerte algo...—me ofreció, poniéndose de pie y sacando su teléfono celular de su bolso de cuero—Así que dímelo.

—Estoy bien, y te haré caso y tomaré una siesta. Es cierto que lo que debo hacer es descansar lo más que puedo, al menos mientras esté en este hospital.

—O mejor dicho, hasta que pase un tiempo prudente y te hayas recuperado al cien por ciento —me mandó un beso al aire y abandonó mi habitación.

Debería dormir un poco, ya he sufrido mucho este día.

Ellie.

Abandoné la habitación en la que se estaba quedando Vicenzo y me dirigí a la cafetería, debido a que no había comido nada en todo el día y apenas me he dado cuenta de ello. Al estar allí, visualicé a los padres de mi esposo en una de las mesas y me acerqué a ellos después de comprar un café y un sánduche americano.

—Buenas noches —suspiré, mientras tomaba asiento.

—Oh, Ellie...¿Cómo está Vicenzo? —Su madre no se veía bien, debe estar sumamente preocupada por su hijo.

—Está durmiendo, por lo que aproveché para comer algo. Con todo lo que sucedido hoy no he ingerido absolutamente nada.

—Necesitas tomar todas tus comidas, Ellie —el padre de Vicenzo, Fabrizio me aconsejó.

—Lo sé, aunque todo este día ha sido tan terrible...—le contesté y en ese mismo momento, ya no pude seguir soportándolo más y me eché a llorar. De inmediato, la madre de Vicenzo me abrazó con fuerza y comenzó a limpiar las lágrimas que caían por mis mejillas.

—Debes estar tranquila, princesa, nosotros estamos contigo y te acompañaremos en todo lo que haga falta —respondió —Imagino lo mucho que debe haberte afectado la situación de mi hijo, porque ninguno de nosotros se esperaba que le dispararan. Sin embargo, lograremos encontrar al asesino y mientras tanto, nos turnaremos para cuidar de él y hacernos cargo de todos los asuntos pendientes de su empresa.

Necesito preguntarlo...No puedo contenerme ni un solo minuto más.

—¿Alessandra no puede ayudarnos? —Les pregunté, no volví a verla desde que sufrí aquel desmayo y eso ha generado una gran pregunta en mi persona durante estas horas.

—Respecto a Alessandra...—no supieron que decir, supongo que ellos tampoco poseían una explicación sobre el tema.

Y como si el cielo estuviese escuchando nuestra conversación, Alessandra apareció en la cafetería y tomó asiento a nuestro lado. Me llevé una gran sorpresa al ver que llevaba todo su maquillaje corrido y que pues, evidentemente, ha estado llorando.

—Mi cielo...¿Te sientes bien? —Su madre la abrazó. Inclusive yo, que no he tenido la mejor de las relaciones con ella, me preocupé por su actual estado.

—Pietro es un completo estúpido —soltó con enojo—Se ha molestado porque tomé una decisión...

—¿Qué decisión podría molestarle? —Le cuestioné. Lo siento, pero, la curiosidad me estaba ganando.

—Lo que sucede es que estamos por casarnos en muy poco tiempo, inclusive, hemos enviado ya las invitaciones a la boda...

—Vicenzo me lo comentó, así que estoy enterada de todo —le sonreí, necesitaba que toda la familia me tuviera confianza porque no pienso separarme de Vicenzo nunca—¿Qué ha sucedido? ¿Tiene algo que ver con la organización de la boda o algo por el estilo?

—Pietro piensa que cuando te casas con una persona, es para compartir todo lo que tienen ambos, para que de tal manera, puedan seguir adelante juntos —se atragantó con sus propias palabras. Ni siquiera quiero hacerme una idea de todo esto, no quiero pensar que él está con ella por su dinero tal como mi esposo ha mencionado en reiteradas ocasiones—Entonces, después de pensarlo por un largo tiempo y con cabeza fría, decidí que quiero hacer una separación de bienes...¿Acaso está mal aquello? Eso le ha molestado, y bueno, se ha ido de casa sin decirme nada más.

Menudo imbécil.

En definitiva, Pietro Messina es un maldito interesado tal como Vicenzo me lo dijo desde la primera vez que entablamos una conversación.

—En realidad, si me permites darte una opinión Alessandra...—intervine y ella asintió, terminando de limpiarse él rostro con un pañito húmedo que le otorgó su madre momentos atrás.

—Adelante, Ellie, por favor...

—Él no tendría que molestarse contigo porque desees llevar una cabo una separación de bienes, ya que todo lo que has ganado es una recompensa por todo lo que trabajaste para ti misma para tener todo lo que tienes en este punto de tu vida. Si tú quieres quedarte con todo ese dinero, o con los bienes que has obtenido por ti misma, está correcto ¿Y sabes cuál es la razón por la cual tienes todo el derecho de hacer eso? Porque es lo que has ganado por ti misma, es el resultado del trabajo duro que realizaste haciendo lo que te gusta. Y si ese hombre no puede aceptar que no quieras compartir todo tu esfuerzo con él por cualquier razón, ni siquiera te amo. Y lamento ser yo la que tenga que decirte esto, lo siento mucho en verdad.

Ella asintió con lágrimas en los ojos. Entiendo que debe haberse llevado una enorme decepción esta noche, que debe sentirse muy mal por la actitud que tomó su actual pareja, sin embargo, todavía está a tiempo de no cometer el error más grande de su vida.

—Quizás debería cancelar la boda. No merezco casarme con un hombre que se moleste por ese tipo de cosas.

—Tienes toda la razón. No mereces casarte con un total interesado.

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