Gael Georgiou estaba encerrado en su despacho, daba vueltas pensando en lo que le había dicho Lorenzo Bianchi.
Se resistía a creer que Irina Williams estuviera dispuesta a dar su vientre prestado para que él y Anabella tuvieran su hijo, pero una duda le sobrevino y poniéndose las manos en la cabeza objetó.
_Seguro la están obligando...-tomó un vaso y al servirlo con licor lo vació en su boca completamente- ese Bianchi no me va a engañar. Estoy seguro que Irina es incapaz de querer dar a su propio hijo y menos a Anabella.
A pesar de la lucha interna que tenía Gael y siendo éste, el heredero y más confiado que nunca en lo que lograría para presionar a Lorenzo Bianchi, creyéndolo el mas vil de los hombres, capaz de inventar cualquier maldad que lastime a la chica, era mas que obvio que éste Georgiou creía en la inocencia de Irina Williams.
El abuelo tocó la puerta y aún sin escuchar que su nieto lo hiciera pasar, se presentó ante él, al mirar lo preocupado que estaba supo que algo estab