Cuando volvieron a la casona, Jayden se despidió de su suegra, diciéndole que no tenía apetito y fue directo a su habitación. Al entrar el omega se dio cuenta de dos cosas; su esposo estaba tomando una ducha y el fuego ya había sido encendido en la chimenea dando calidez al cuarto. Pero eso no lo calmó y comenzó una caminata en círculos por el tapete mientras una ira arañaba su piel haciéndolo gruñir, el atrevimiento del omega al pedir que mostrará su marca lo habían molestado.
¿Cómo se atreven a querer mirar su cuello y comprobar la marca?, ni siquiera Arwen insinuó eso y solo dejo el ungüento en silencio, siguió soltando pequeños gruñidos disgustados.
— ¿Qué ocurre? — Pregunta su esposo saliendo del cuarto de baño, mientras secaba su cabello.
Esto solo lo condujo a una espiral de sentimientos donde el enojó y la ansiedad tomaban la delantera, hay estaba Aleksander relajado y tranquilo después de un baño, completamente plausible, quería arrancarle la cara. Así que le gruñó y le enseñ