Doña Liora solamente se atrevió a decir:
—De hecho, es cierto, cuando el conductor fue a recoger a la señorita, descubrió que ella no salía aun de la prepa. Ya he preguntado a todas las profesoras de las clases a las que normalmente asiste la señorita, pero no ha ido a ninguna. Acabo de llamar a la policía. ¿Qué vamos a hacer si algo le ha sucedido a la señorita?
Andrés estaba hablando por teléfono mientras sostenía el volante, dijo: No te preocupes, no le ha pasado nada. Luna me llamó hace un rato, pero mi teléfono no funciona bien. Así que... primero iré a los lugares frecuentados por ella a ver si la encuentro, y te llamaré cuando la encuentre.
—Está bien, está bien.
Colgado el teléfono, Andrés dejó su móvil a un lado. Isabel, que estaba escuchando la conversación telefónica, también se enteró de todo, y exclamó: —¿Cómo es posible que Luna desaparezca de repente? ¿Habrá sufrido algún accidente?
—Probablemente se fue a algún lugar ocultándose. No te preocupes, te llevaré a casa prim