La Resaca de la Timidez. Capítulo 66
Los primeros rayos de sol se cuelan por la ventana de la habitación de Liz, proyectándose sobre la cama. Ella despierta, deslumbrada por la claridad en su rostro, y se lleva la mano a los ojos para protegerse de la luz. Su cabeza está a punto de estallar, palpitando como una bomba a punto de explotar. Liz se presiona la cabeza con ambas manos, intentando aliviar el dolor. Con un ojo abierto y el otro cerrado, mira a su alrededor, tratando de orientarse. Recuerda que está en la casa de los padres de Jack, donde anoche bebió demasiado mientras charlaba con su familia. Siente una vergüenza inmensa, sin saber qué pasó ni si hizo el ridículo. Se levanta de la cama, tropezando con sus propios pies y cayendo de rodillas al suelo.
—¡Maldita sea! Qué torpe soy… —dice, apoyándose en las manos y levantándose rápidamente. Luego, se dirige al baño y abre la ducha con agua fría, sabiendo que es lo único que puede aliviar su dolor de cabeza. Se quita toda la ropa y entra rápidamente, dando pequeños