Me despierto todavía con las secuelas del testimonio de ayer. Pero más liviana, más libre. Ahora puedo empezar a juntar mis pedazos y repararlos. Para seguir con mi vida como siempre debió ser. Me levanto, baño, visto y salgo

Matías:Peti, ¿cómo estás? Ayer llegaste y te acostaste

Paula:Hola, Mati, perdón pero lo necesitaba. Estoy bien más liviana, parece que me sacaron diez kilos de encima

Caro:¿Segura, qué estás bien? Loca, si no lo estás, nos lo podés decir

Paula:Lo sé, Caro, no te preocupes estoy bien

Matías:¿Y me podes explicar qué paso ayer?

Paula:No sé Alcide, es así. A veces no lo entiendo. No te preocupes, no es peligroso, tal vez intimidante en ocasiones

Matías:Pero se nota que le interesas, me pidió que te cuidara

Paula:Realmente ellos me están cuidando demasiado últimamente, me han ayudado en mis peores momentos

Carolina:¿Y entonces?

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