Punto de vista de Serena
Cuando estábamos casados, Bill nunca me regaló flores. Pensé que me guardaba rencor, creyendo que lo había engañado para que se casara conmigo.
Bill miró a Stevie y dijo: "Tranquila, solo quiero darle estas flores a Serena". Luego, volviéndose hacia mí, añadió: "Tulipanes rosados, son tus favoritos".
Ver los tulipanes despertó una calidez en mi interior. Me sorprendió que Bill recordara mis flores favoritas. Siempre creí que jamás prestaba atención a lo que me gustaba o disgustaba.
Le ofrecí a Bill una pequeña sonrisa. "Gracias, Bill. Están preciosas", le dije, genuinamente conmovida por el gesto. "No tenías que molestarte".
Noté que Stevie me lanzó una mirada penetrante desde el rabillo del ojo, como si no estuviera nada contenta con esto. Solo estaba siendo protectora, conociendo todo lo que había pasado entre Bill y yo.
"No te preocupes. Es todo un gusto regalarte flores", respondió Bill.
Al mirarlo, no pude evitar notar cómo la luz realzaba el azul de sus o