Punto de vista de Bill
Lo último que esperaba era ver el nombre de Serena aparecer en mi celular.
Contesté, medio esperando que me diera alguna actualización sobre el trabajo o, si tenía suerte, que solo quisiera saludar. Pero su voz al otro lado sonaba vacilante, casi incómoda, como si no estuviera acostumbrada a pedirme favores.
—Bill —comenzó, con un tono suave—, quería saber si... podrías ayudarme con algo... para los Óscar.
Arqueé una ceja, sintiendo cómo una sonrisa asomaba.
—¿Los Óscar? —repetí, con curiosidad y algo de diversión—. ¿Desde cuándo necesitas ayuda para algo así?
Del otro lado se escuchó un suspiro, seguido de una pausa.
—Desde hoy —admitió al fin, las palabras salieron de golpe—. Me acaban de invitar a acompañarlos. Me enteré hace unas horas.
Miré mi reloj, haciendo cálculos rápidos.
—Espera. ¿Para esta noche? ¿Tienes que estar lista para esta noche?
Ella soltó un suspiro exasperado.
—¡Sí, esta noche! Sé que es muy poco tiempo. Ni siquiera sé por qué te llamé,