Punto de vista de Bill
Caminamos en silencio hacia el parque más cercano, encontrando un banco apartado. Serena se sentó primero, con una postura tensa. Me senté junto a ella, sin saber cómo empezar.
—Serena —comencé, con voz baja—. Sé que la he fastidiado. Intentaba ayudar, pero ahora veo que lo hice de la manera equivocada.
Ella se volvió para mirarme, sus ojos estaban llenos de dolor y frustración. —Bill, ¿por qué no me lo dijiste? Se supone que estamos juntos en esto. Tomaste una decisión sin mí, y ahora estamos pagando el precio.
—Lo sé —respondí, frotándome las sienes—. Pensé que hacía lo correcto al poner a Álvarez de nuestro lado. No creí que se volvería en nuestra contra de esa manera.
Ella negó con la cabeza, su expresión se suavizó ligeramente. —No podemos permitirnos más secretos, Bill. Necesitamos ser un equipo. Si vamos a superar esto, tenemos que confiar el uno en el otro.
Asentí, sintiendo el peso de sus palabras. —Tienes razón. No más secretos, enfrentamos esto juntos.