Punto de vista de Serena
Me incliné y lo besé profundamente mientras me deslizaba sobre él con lentitud, recibiéndolo centímetro a centímetro. Bill gimió, aferrándose con más fuerza a mis caderas cuando comencé a moverme.
—Demonios —suspiró, con una voz cargada de deseo puro—. Se siente increíble.
Cerré los ojos, perdiéndome en la sensación. Sentía cada centímetro de él dentro de mí, su dureza me llenaba por completo. Lentamente, empecé a moverme, meciendo mis caderas en un ritmo constante.
Abrí los ojos, encontrándome con la mirada de Bill. Podía ver el deseo y la preocupación en sus ojos. Me hacía sentir como una diosa; poderosa y en control. Coloqué mis manos sobre su pecho para apoyarme, con los dedos extendidos, sintiendo el rápido latido de su corazón bajo mis palmas.
Me movía con un ritmo lento y deliberado, saboreando cada momento, cada centímetro. Mi respiración se entrecortó cuando me incliné hacia adelante, acercándonos aún más.
—Ten cuidado —murmuró Bill, con la voz tensa p