— ¿Qué te pasa? — Alice le preguntó cuando la vio pasar como un torbellino sin saludar a nadie.
— ¡Mejor no preguntes!
— Audrey… — Insistió la otra enfermera yendo tras ella.
La rubia se puso las manos en la cintura e inspiró profundo.
— ¡Es Evans!
— ¿El Doctor Connor Evans? — Ladeando la cabeza en señal de interrogación ya que la rubia siempre lo llamaba por su nombre de pila.
— ¡Sí, ese Evans!, ¡Acaba de humillarme porque no tengo un medio de trasporte apropiado que no destone en el aparcamiento de vehículos! — Dijo furibunda.
Alice se quedó estupefacta. Audrey siempre estaba defendiendo al Doctor Connor por su manera de ser y de tratar a los compañeros de trabajo y empleados, ¡Pero ahora lo acusaba de ser un ogro?
— ¡No me lo creo!
— ¿Qué? ¿Qué es lo que no te crees?
— ¡Que lo acuses de algo! Tu siempre le estas buscando una explicación su forma de ser.
— Ay, por favor, no empieces, ¡No vas a decir “te lo dije”!
— Es en serio, Audrey, y ¡Si, si te lo dije!, no puedes decir que no t