Una esposa para el conde. Capitulo 42
Thomas se sintió un completo estúpido al haber caído nuevamente en la treta de su tía y afirmó con la cabeza.
—Lo sé, porque lo sufrí en carne propia —respondió, recordando lo que sintió cuando se enteró que Susan amaba a otro.
—Entonces, ¿por qué le hace lo mismo a la mujer que lo ama tanto? Ella no dudó un segundo en venir a buscarlo, en perdonarle su olvido y en entregarse a usted. ¡Está embarazada de su hijo! Y a pesar de que se sentía terrible con los malestares del embarazo, no dudó en montarse en ese barco para venir a decírselo —le numeró todo lo que Anabelle había hecho por él—. ¿Sabe lo mal que lo pasó?
—Yo… yo la amo, señora Emily. La amo como nunca amé a nadie, pero tiene razón al decir que no sé en absoluto como hacerla sentir amada. Tengo mucho que aprender, pero no me daré por vencido, y menos ahora que está esperando un hijo mío. Lo siento mucho, pero no dejaré que se marche hasta que el médico lo recomiende y sea conmigo a su lado, para pedir su mano en matrimonio. Au