Ariadna observó a Nick con los ojos aguados, no pronunciaba una sola palabra, lo miraba con tristeza, y él a ella de la misma manera. La joven cerró sus ojos cuando vio que los policías se acercaban a ponerle las esposas y lo sacaban del juzgado como un delincuente.
La abuela Fiorella no paraba de llorar, se sentía muy decepcionada de su nieto, su empresa estaba al borde de la ruina y el apellido Grimaldi empañado.
—Vamos a apelar —dijo Octavio tranquilizando a la señora.
Ariadna se disponía a salir cuando sintió que alguien la tomó del brazo.
—Bien hecho futura esposa, ves cómo las cosas funcionan cuando haces lo que te digo.
Ariadna observó a Alonzo llena de odio. «No estés tan seguro idiota» dijo en su mente ella.
—Este fin de semana nos casamos. ¡No lo olvides! —amenazó Alonzo a Ariadna. La chica salió del juzgado sin decir nada.
Queridos lectores desde esta semana tendrán tres capítulos diarios, espero disfruten esta historia, me apoyen votando en el concurso, y lo más importante dejen sus reseñas. ¿Cuéntenme qué les pareció todo lo que ha sucedido? ¿Se imaginaron que el contrato que firmaron Ary y Nick era de su matrimonio? ¿Qué opinan de las amenazas que le hicieron a la pobre Ary? ¿Estarán cerca de alcanzar la felicidad estos chicos?