Sofía se sentó en un sillón de la sala y respiro hondo y mira a Carlos a los ojos y le dice.— Está bien te diré la verdad, mis padres me obligaron a casarme apenas tenía dieciséis años cuando me case con el muy joven, después que mi padre murieron quedé a merced del barón el cual, me maltrato, me violó y ese marco mi vida me aleje de todo pensé que esos era normal en un matrimonio nunca pensé que eso era maltrato.— Pero porque tus padres permitieron eso, porque te obligaron ellos que paso allí.— Mis padres estaban arruinados y no soportaron eso y entonces es como vender a mejor postor, y consiguieron al barón y me comprometieron con el yo no deseaba les había dicho, era un viejo asqueroso y aun así me dijeron que si no lo hacía, me vendería a un prostíbulo. Ellos necesitaban la plata, el maldito dinero y que mejor manera de obtenerlo atrás ves de mí, entonces me case con el barón, viví momentos de horror, porque venía de sus salidas de noche totalmente borracho y allí me golpeaba.
Elisa aún seguía pensando en lo que le había dicho aquel jardinero, que le había regalado la docena de rosas blancas. Sería verdad todo aquello que ella era una mujer fuerte. En ese momento alguien la sorprendió en la terraza viendo el horizonte.— Veo que hablaste mucho con mi padre.Ella sorprendida dijo.— El jardinero es tu padre.— Sí, mi padre es así de sorpresivo nunca quiere estar sentado en el trono por eso quiere nietos y que me case por eso te elegí a ti.— Ya veo que tú padre es algo sorpresivo y extraño hacerse pasar por jardinero.— Así fue como conoció a mamá, a papá siempre le ha gustado la jardinería siempre a sembrar sus rosas desde siempre, es un buen cultivador de rosas, cuál te ha regalado.— Rosa blancas, esa me gustan mucho y me regaló una docena de ella.— Quiere decir que le has agradado a mi padre.— Por qué dices eso, tu padre le agrade.— Claro que sí mi padre fue quien me aconsejo casarme contigo, dice que te vio y me dijo que necesitaba ayuda, por eso hic
Una hermana me llevo con la pequeña y me dejó unos momentos a solas con ella. Era tan hermosa la pequeña que me partió el. Corazón como yo le iba hacer una cosa así, a esa niña de negarle el apellido de su padre, aunque el me allá maltratado me allá hecho, lo que me hizo durante años. Le pregunté a la hermana como se llamaba la niña y esta me respondió diciendo y que se llamaba Aurora, hermoso nombre. Cuando me iba acercando la niña se mostró un poco penosa. Pero cuando comenzó a hablarle me dijo.— Hola aurora cómo estás.— Hola bien y quién eres tú.— Una amiga de tu madre y vine a buscarte para llevarte conmigo.— Pero mamá no está y no debo de ir con nadie.— Bueno vamos a decir que soy como tú tía.— Y que quieres conmigo.— Como te he dicho quiero llevarte contigo, que vivas conmigo a mi lado para siempre.— Para siempre y eso se puede.— Claro lo que hay es que hablar, déjame hacerlo y vengo por ti.Mientras en la Mansión Wolf, estaba Selene hablando con Steven.— Cuando vamos
En eso Sofía se mete a defender a Lily. Y mira a Tomado.— Ya dejen de discutir, que todos tenemos que ver con las cosas que Giovanna hace, yo también firme un contrato, porque mi difuntos esposo tenía deudas y Giovanna se enteró y utilizo eso en contra mío.— Osea que Giovanna te utilizo para sus cosas, que trama mi abuela con todo esto no lo entiendo.— Bueno tu igual que yo Giovanna me utilizo, dándole información a Carlos y por casualidad despareció y que iba ha reunirse con alguien. Pues entera te que ese alguien también está metido en todo esto de los contratos si no lo sabías Tomaso, cada uno de la familia Wolf firmo algo.— Eso no lo puedo creer.En eso salío Selene de dónde estaba escuchando todo y le dice.— Si Giovanna a hechos muchas cosas con ustedes, ella se interesó por ustedes en el momento que se enteró que Steven me hizo firmar un contrato.— Todo esto es una mentira, esperen que llegue Giovanna y aclaramos todo esto.— Vamos Tomaso no escuchaste lo que está diciendo
Selene Scott se quedó muy extrañada con las palabras que había dicho su jefe, no comprendía por qué estaba tan enojado y a la vez preocupado, cuando la llamo ese fin de semana. Además, no había hablado con él desde el viernes por la tarde antes de ir a casa. De modo que esa llamada del fin de semana fue tan inesperada como la noticia de que debía hacer una prueba para algo que él necesitaba.Lo raro era que esa reunión, tendría lugar a primera hora de la mañana, el día lunes, en su casa y en privado. Algo extraño en Steven Wolf, ella había olvidado preguntar para qué la quería tan temprano. Ella pensó que a su jefe le pasaba algo, para que la llamara a su casa, y un fin de semana, y que ella se presentará el lunes.Y tenía que acudir a esa reunión, ya que dependía del sueldo como su secretaria, y esa prueba que tenía que hacer la preocupaba. Si tan solo llevaba trabajando con él tres meses. Si tenía suerte y esa prueba la ayudaba a un dinero extra, lo haría lo que él dijera, ni ella s
Selene se había llevado muchas sorpresas en sus veinticuatro años de vida, pero aquello era tan inesperado y absurdo que no era capaz de entenderlo. Si no fuera por su seria expresión, aquello sería una broma.— Perdone, pero no le entiendo. ¿Quiere pagarme para que finja ser su novia, su amante?— Así es, pero en mi mundo les decimos «amante» o «amiga», pero a dónde vamos allí no puedes ser nada de eso, sino mi prometida, mi novia.— ¿Novia? ¿Y tendría que compartir dormitorio con usted? Pregunto ella.— Si por supuesto, pero no sé preocupe, no pasará nada entre los dos. —respondió él tranquilamente. — Mi familia debe creer que nuestra relación es seria. —Selene se disgustó y se levantó de un salto.— Pienso que se ha equivocado de persona, señor Wolf. Yo no puedo hacer eso, no soy una mentirosa, menos somos novio.— Ya lo sé, señorita Scott, que no somos nada, pero necesito su ayuda. —dijo él entonces, con una sonrisa que le dio un escalofrío por su espina dorsal.— Sé que me ayudar
Cuando la había mirado, de no haber sido por su inmenso control, le habría hecho el amor allí mismo, era una tentación. Se removió incómodo en el sillón y se quedó mirando por la ventana del estudio, a fuera todo estaba oscuro. Aquella mujer tenía una espesa mata de pelo rubio. Sin poder evitarlo, se imaginó lavándole el pelo. Se volvió a remover y tomó otro trago de whisky. Sin pensarlo, se pasó la punta del dedo sobre la copa.Cerró los ojos y saboreó el momento. Una chica normal se había convertido en simplemente deseo. No era que estuviera excitado. Sin embargo, le estaba sucediendo algo que no comprendía con ella. En lugar de querer que fuera otra mujer, él decidió por su secretaria. Prefería estar cerca de ella, para poder vigilarla, era su secretaria y el fin de semana sería su prometida.— ¿Puedo pasar?. —Steven se giró y vio entrar a Selene.— Por supuesto, siéntese. Todavía nos quedan por hablar algunas cosas. —Selene entró al estudio. Aquel gesto inocente le encantó a Steve
Aunque todo el apartamento cabría en el vestíbulo de la casa de su abuela Giovanna. Pero estaba limpio y olía bien, a dulce de algo. Su hogar tenía estilo y buen gusto y eso era admirable. Selene entró en el salón con un jarrón de cristal lleno de rosas que colocó sobre una mesa.— ¿Has terminado? Vamos que nos esperan.— Espera un momento.Selene desapareció de nuevo y cuando volvió, se había puesto unas sandalias doradas y un agradable perfume que olía a dulce y que parecía envolver todo el apartamento. Llevaba un vestido verde con tirantes, se veía como toda una ninfa. Una fina cadena plateada, separaba el corpiño de la falda de vuelo, que caía por debajo de las rodillas. Con el pelo suelto y un poco de maquillaje. Tenía un aspecto sencillo y elegante.— ¿Y bien? Que le parece. —le preguntó ella.— ¿Satisfecho con el vestido que tú has pagado?.Steven se mordió la lengua para contener la rabia que provocaba la actitud de ella, al expresarse además le haría saber quién era él. Ademá