Me levanté torpemente y comencé a correr despavorida, tratando de alejarme cuanto pudiera de ese lugar y de esos hombres. Siempre supe quién era Ethan, pero Pink tenía razón, no podría imaginar las cosas que era capaz de hacer. El horror y el pánico se apoderaron de mí. Corrí hasta que mis músculos ardieron y solo entonces me detuve por un poco de aire. Apoyé las manos sobre mis rodillas y traté de recobrar el aliento. El llanto no ayudaba en nada y me dificultaba más respirar, vencida me dejé caer con las rodillas sobre la húmeda hierba.
Finalmente había visto quienes eran ellos en realidad. Unos monstruos, todos ellos lo eran.
Y yo dormía al lado de un psicópata asesino y estaba enamorada de otro diablo disfrazado de ángel.
¿Dónde me había metido? ¿Cómo diablos se me ocurrió arrastrar aqu