Mientras voy de camino al club, me llama Camila para invitarnos a una cena en la noche.
-Hola querido, te llamo para preguntarte si estás disponible esta noche.
-Para ti, siempre.
-Jajajaja, me imagino, pero esta vez la invitación también es para tu esposa. Cenaré con algunos amigos que hace un tiempo no veo y quiero que vengan.
-Si no hay más remedio – suspiro pesado, tenía otros planes en mente -.
-Ya sabes que Pía usa sus pastillas para dormir, podríamos hacer lo que hicimos la semana antes del viaje… ya sabes, esperar a que se duerma y hacerlo en la cama a su lado.
-Eres una pervertida… me encanta – me remuevo en el asiento -. Alguien de solo imaginarlo ya quiere salir a jugar.
-Dile que se aguante para la noche, nos divertiremos en grande – la escucho bufar -.
-¿Qué sucede?
-Luca me está volviendo loca con la