Ryan y Tiberius se acercaron con cautela a la cabaña abandonada. La puerta estaba cerrada, pero no con llave, así que pudieron forzarla sin mucha dificultad. Una vez dentro, comenzaron a explorar la casa, buscando cualquier pista que pudiera llevarles a descubrir en lo que estaba involucrada la manada de Cleo.
Mientras caminaban por la casa, escucharon ruidos que venían de la planta superior. Ryan y Tiberius intercambiaron miradas y se acercaron con cuidado hacia la escalera que conducía a la planta de arriba.
Subieron las escaleras con sigilo, tratando de no hacer ruido. Cuando llegaron al piso superior, se encontraron en un pasillo oscuro y estrecho. Las puertas de las habitaciones estaban cerradas, pero desde una de ellas se oía un ruido de movimientos.
Ryan y Tiberius se acercaron a la puerta con cautela y, con el oído pegado a ella, intentaron escuchar lo que se decía dentro. Fue entonces cuando oyeron la voz de una mujer.
La voz era suave y femenina, y parecía estar hablando con