Capítulo LXIII: Sorpresa y Discusión (Parte Uno)
—¡Sorpresa Hermano! —vociferó Hendrik extendiendo sus brazos al aire—. ¡Estoy de vuelta en casa!
Josh ni se inmutó en darle un abrazo, sino que mantuvo a Leyna pegada a sus costillas, abrazándola por la cintura. Ella tampoco le soltó, ya que rodeó con uno de sus brazos la espalda baja y la otra mano la puso en el abdomen de Josh.
—¿Y tú como saliste? Se supone que yo soy quien vela por ti y por tu seguridad… —cuestionó Josh con el ceño en fruncido al ver a su hermano menor, ya que él era su tutor—. ¿Por qué diablos nadie me aviso?
Josh pensó que la clínica de rehabilitación debió llamarlo primero a él para informarle de aquel asunto tan importante, pero al parecer se había saltado protocolos importantes.
Hendrik rodó los ojos por tan apático saludo. Dejó caer sus brazos con resignación y volvió apoyar su hombro derecho en el marco de la puerta principal, cruzándose de brazos. Lucía una sonrisa triunfal y vestía como todo un hombre de el