44 - Recupérate.
Estaba sentada en la sala, acababa de llegar de dejar a mi hija del kínder, pensando exactamente en que debía hacer. He llamado a mí abogado, y por desgracia, me dijo que no hay nada por resolver en estos momentos, más que enfrentar la guerra con las armas que tenemos.
Dante y Sofía, se han mostrados muy amorosos y felices ante los medios, todo para quitarme a mí hija, o proceder a apoderarse de su herencia. Mientras me encuentro desplomada en la silla, mirando el techo y pensando en cómo salir de estas, el timbre de la casa suena.
Me pongo de pie, y camino hasta la misma para abrirla, sin embargo, para mi sorpresa era mi mejor amiga, y para desgracia mía, me impacta sus manos en la mejilla; muy furiosa.
Sorprendida por su acto violenta, detengo su otra mano, cuando me percato que me daría otro golpe.
—¡¿Qué te sucede?! —pregunto exclamando y levantándole la voz por primera vez. Tengo tantos problemas que resolver como para lidiar ahora con otro—. ¿Por qué me golpeas?
—Has lastimado a