Una mañana me desperté cuando el director del hospital abrió la puerta y entró en la habitación, dirigiéndose hacia la cama donde estaba Erik
— Veo que está mucho mejor señor Moore — le dijo
— Sí doctor, gracias a mi esposa, es la mejor enfermera que he tenido — contestó Erik sonriendo
— A eso venía, quería hablar con ella ya que tenía que estar un mes mínimo cuidando a los señores Miller en su casa y esta mañana me han llamado porque Lorena lleva dos dias sin ir — dijo mi jefe
— Siento decirle que mi esposa ya no trabajará más en este hospital, ahora la necesito más que nunca en mi casa, lo siento mucho — contestó Erik
— Lorena ¿te preparo entonces tu liquidación? — me pregunto a mi el jefe
— Erik es mi trabajo, no quiero ser una mantenida tuya, por favor no me hagas esto — le suplique
— No hay que discutir mi amor, tu te debes a mi y ahora te necesito y es mi última palabra — me dijo Erik, mirándonos mi jefe y yo a los ojos
—- ¿Y si me niego a obedecerte? estudié mucho para consegu