Al dia siguiente me desperté, gracias al despertador de mi móvil ya que la noche con Kevin y en su cama, fue muy placentera, me levanté de la cama, me duche y rodeando mi cuerpo con la toalla que cogi volví al dormitorio, cogi mi ropa que aun seguia esparcida por el dormitorio para vestirse acercandome seguidamente a la cocina, ya que necesitaba con urgencia una buena taza de cafe
— Buenos días — dije cuando entré en la cocina, rodeando Kevin mi cintura acercando mi cuerpo todo lo que pudo al suyo, poniendome entre sus piernas, apretando sus labios a los míos hasta que nos falto el oxigeno.
— Te he preparado una taza de café, cuando salgas del hospital te recogere para comer a tu restaurante favorito — me dijo
— Gracias mi amor, pero no si tendré otra vez guardia de doce horas, aquello va a dias — respondi
— ¿No le hice anoche daño a mi hijo, verdad? — me pregunto haciendo que le sonriera
— No claro que no tonto, como se nota que eres primerizo — le dije
— ¿Cuántos hijos tienes tú? po