—¿Usted no sabe quién soy?— pregunta Massimo, porque le molesta que no le obedezcan
—sé que usted es uno de los herederos del señor Parrow, y Anastasia Parker
—exacto, este edificio pertenece a la familia, por lo tanto, también es mío, entonces ¿Por qué no respeta a su superior?
—perdoné, pero...
—¡Busca las malditas llaves!— ordena fulminante
—sí señor, un permiso— el hombre se marcha rápidamente
Massimo espera impaciente, no le agradan los gritos de Mariano y Selene. Camina de un lado a otro, le provoca agarrar y derribar la puerta.
—aquí tiene señor— entrega las llaves
—vete de mi presencia— ordenó Massimo al recibir las llaves. Observa cómo él se marcha y queda solo
—¿Entonces me ignoras? Veremos si me sigues faltando el respeto— Massimo ingresa la llave en la cerradura, y para su desgracia, Selene le había puesto seguro en el interior —¡Ahhh carajo!— exclamó, empieza a golpear la puerta muy furioso
Sigue tocando, pero el ruido de la música, no deja escuchar sus toques.
—Selene,